Una ramificación que brota del escrito con 13 sospechas de irregularidad trasladado al Ministerio Fiscal explora el patrimonio de García Prieto. Sus ex hombres de confianza lo señalan como responsable de los supuestos delitos de gestión y administración desleal, falsedad documental, apropiación indebida e ilícito contra Hacienda. Uno de los intereses radica en el manejo de los fondos y los beneficios de la Feria de Abril, cuya primera edición sin el todopoderoso dirigente se cerró ayer.
Entre las derivadas se incluye la petición a diversas instituciones para que reseñen las subvenciones a la Fecac en los últimos cinco años. La Junta de Andalucía, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento han admitido que se les instó a colaborar.
Las mismas fuentes perciben que la instrucción no da visos de que vaya a finalizarse de inmediato. No consta que el ex número uno haya testificado de momento. Los propios demandantes no están exentos de acabar encausados si la fiscal se querella.
«Por García Prieto habría hecho todo. Un gran líder, un gran personaje y una personalidad arrolladora», describe uno de los denunciantes (que pide guardar anonimato) para responder a una pregunta obvia: cómo es que no se percataron antes de los presuntos desmanes de un mandato prolongado durante casi 30 años. «Se codeaba con la clase política, empresarial y elevada de Cataluña», añade.
Dos fuentes distantes entre sí coinciden en que el detonante de la caída del ex presidente de la Fecac fue su incapacidad de aclarar qué había ocurrido con el dinero de una factura que no se reflejaba en la contabilidad.
La Federación de Entidades Andaluzas aguarda que se concluya una auditoría, aunque avanza que algunos documentos que han aflorado apuntan a que «ha sido perjudicada en mucho dinero» y que hay indicios de descuadres contables. En el otro órgano, la fundación Fecac, cuentan que García Prieto bloqueó la cuenta corriente durante unos meses, cuando ya había sido desplazado.
Mientras se le inspecciona, el ex presidente se ha paseado por el Fórum, entre las casetas de la Feria, ahí donde su hijo hizo negocio con un mesón y estrechando la mano a sus fieles. «Conserva seguidores», admiten en la nueva junta.
El ex mandatario era la única voz de una estructura bicéfala, la federación y la fundación, ahora peleadas: a un lado, la directiva del nuevo presidente, Daniel Salinero, y enfrente, los patronos vitalicios encabezados por los demandantes. Aun tratando cada cual por su lado distanciarse de Prieto, unos y otros se arrojan acusaciones similares: que si la parte opuesta ha retenido documentación, que si los contrarios obstaculizan la renovación del movimiento...
La organización de la Feria ha dependido de ambos entes. Los desencuentros se acentuaron con los convenios con los proveedores y el control de la central de compras, donde se concentran los productos que se revenden a los paradistas. Los ex dirigentes con plaza en la fundación achacan a la Fecac la pretensión de dominar el almacén y conservar los grandes contratos; en cambio, la federación recrimina a esos patronos que se negaran a abrir una cuenta conjunta para unificar los movimientos bancarios del evento e indica que tienen intereses en la seguridad y la gestión de feriantes.
El Ayuntamiento de Barcelona medió entre los dos bandos, visto que la rivalidad podía desbaratar la Feria. En cualquier caso, las rencillas no se han reflejado en la fiesta, que ha atraído alrededor de un millón de visitas, según los organizadores.
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