“Hemos pasado un Rocío inolvidable”

El simpecao de Huelva hizo su entrada en la ciudad acompañado de cientos de peregrinos que, emocionados, dijeron adiós ala romería del Rocío hasta el año que viene. En torno a las nueve de la noche, la Hermandad llegó a la Comandancia de Marina recién ‘salida’ de los caminos. Llenos del polvo del peregrino que lleva dos días andando y con el recuerdo aún en la aldea, los romeros de la Hermandad de Huelva pusieron rumbo hasta la puerta del Ayuntamiento donde la comitiva municipal les esperaba y por donde minutos antes había pasado la Hermandad de Emigrantes.

Muchos onubenses en la Gran Vía congregados esperaban con ansia ver a sus paisanos, a sus vecinos y amigos a lomos de sus caballos. Aunque menos numerosa que en la salida hacia El Rocío, la caballería hizo su ‘paseillo’ por la puerta de la Casa Consistorial con elegancia diez minutos después de las nueve de la noche al son de la Banda Municipal de Huelva. Los jinetes, aunque cansados, cabalgaban sonrientes y bien vestidos para mostrarse ante Huelva.

Y llegó el simpecao. El hermano mayor y el presidente de la Hermandad precedieron la comitiva oficial en sus caballos. Casi roncos pero emocionados saludaron al alcalde y Francisco Zambrano, el hermano mayor, no quiso abandonar el lugar sin dedicarle los últimos vivas a su hermandad, a Huelva y a la Virgen del Rocío. Todos le siguieron y aplaudieron. En ese momento, los caballos provocaron un pequeño incidente. Uno de ellos se abalanzó sobre un grupo de onubenses pero el impacto fue leve y nadie resultó herido. “Ha sido un Rocío inolvidable, muy especial. El incidente del varal ha hecho que sea histórico y que el simpecao de Huelva se mostrara ante la Virgen en su altar de la ermita el lunes por la mañana. Gracias a los almonteños por recibirnos con los brazos abiertos”, concluyó el presidente Juan Ferrer.