sábado, 11 de junio de 2011

El Rocío vibra con Huelva




Las caras llenas de cansancio, pero con la alegría brillando por encima del polvo. El cielo lleno de estrellas de El Rocío daba la bienvenida a las palmas por Huelva, a los caballistas de las chaquetillas blancas, a un rosario de carros de una comitiva kilométrica. La aldea vibró una vez más para recibir a la filial número nueve a la voz de “¡Huelva, Huelva, Huelva!”. Y es que tras “un camino durísimo, pero excepcional en todos los sentidos”, de nuevo la carreta de plata se asomaba por el Barrio de las Gallinas desde el camino de Moguer entre una nube de polvo y los destellos de las cámaras fotográficas que alertaban a los cientos de rocieros apostados en el trayecto final del Camino de Moguer, de su cercanía.
Apoteósico, pero “con las vicisitudes propias de un camino”, destacó Jerónimo Garrido, miembro de la Junta de Gobierno de la filial, quien destacó “la maravillosa entrada en El Rocío de Huelva”, “con toda la aldea aquí con nosotros, apoyándonos”, destacó Juan Ferrer, presidente de la hermandad, quien señaló que “debido a que “las arenas del camino estaban muy movidas por el paso de varias hermandades y hemos tenido algunos problemas, como que cuatro ó cinco carros han necesitado de remolque de tracción mecánica”. Eso ha hecho que “tengamos que reagruparnos” y que “hayamos llegado tan tarde”, añadía.
No en vano, la carreta se posaba en las primeras casas de El Rocío a las 22.30 horas con “hora y media de retraso” sobre las previsiones, según confirmaron a Odiel fuentes de la Guardia Civil encargadas de regular la entrada de las hermandades a la aldea. Sin embargo, la espera no se hizo imposible para aquellas personas que bien a caballo, en vehículos de tracción animal o a pie abarrotaban su recorrido. Algunos de ellos peregrinos a pie, que se habían adelantado al paso de la filial para esperarla con las camisas, cabellos y rostros llenos de polvo y de suciedad, pero también de la satisfacción de llegar con su hermandad.
No menos emocionado se encontraba su hermano mayor, Francisco Zambrano, quien subrayó la “excepcional acogida que está teniendo la hermandad” y reseñó que “por fin hemos llegado en lo que ha sido para mí una experienca fabulosa”, resaltó destacando que “tengo que dar las gracias a la Virgen por haberme ayudado”, a la vez que también recordaba “a todas las personas que se han volcado con la filial, así como a los peregrinos por haberlo llevado tan bien”. Porque Huelva no es nada con sus peregrinos, que cantando llegaron, con palmas por Huelva apenas ponían los pies en la aldea. Entre ellos, personas muy vinculadas a la Universidad de Huelva, como el propio rector, o cofrades muy conocidos, sin perder de vista por supuesto a las ciento de promesas de personas que andaban tras el Simpecado, o las que portaban dos medallas por los que no han podido venir este año. Tampoco sería nada sin Antonio de Huelva, el tamborilero, que tocando sevillanas abría paso al Simpecado, mientras eran coreadas por todos los presentes, o sin los Mellizos de San Juan, que como cada año cantaron al Simpecado, al igual que Pepe El Marismeño, entre otros, o varias hermandades que lo recibieron con flores.
En torno a las 01.00 horas los caballistas rodearon al Simpecado de Huelva para que éste se adentrara en su Casa de Hermandad del Real, y comenzaron de nuevo los vivas. Un emocionado hermano mayor cumplía su sueño y espera a que hoy a las 12.00 comience la Presentación de Hermandades para postrarse a los pies de la Blanca Paloma, aquella que le da sentido a tanto esfuerzo y que es el alfa y omega de la romería

No hay comentarios:

Publicar un comentario